Generacion Forum/Zinco



Soy de la generación Forum/Zinco y estoy orgulloso. Veréis, nací en los setenta y no me pilló de lleno la época de ediciones Vértice, que fueron pioneros en introducir el cómic americano de forma regular y continua en España. Comencé con los Superlopez, Mortadelo y Carpanta como casi todos los de mi quinta. Descubrí a través de Forum el cómic americano, me gustó, y ahí sigo más o menos.

1983 fue un año clave. Porque fue el año en que arrancaron Forum y Zinco. A mi me pilló de niño, pero ya sabía leer, y esa capacidad la reforcé con La Masa y Batman. Ya conocía esos mundos superheroicos de forma superficial, pues aunque venía de leer personajes de humor de Bruguera, había tenido contacto con los antiguos tomos de comics Vértice, de tamaño libro y en blanco y negro, además de la encarnación de momento del mismo Vértice, que había cerrado y había aparecido ediciones Surco con todos los tics de Vértice, aunque un poco más cuidado y en color. La misma Bruguera había hecho un intento de hurgar en ese mercado, pero no cuajó porque lo hizo a lo loco, publicando saltándose el orden cronológico de las historias y cortándolas antes de acabar. Un despropósito más que empañaba la experiencia de lectura. Parecía que el cómic americano estaba destinado a ser maltratado por las editoriales españolas. Pero ese destino estaba a punto de cambiar de una manera radical.

La llegada de Forum fue un cambio radical de la actitud de las editoriales ante el material de Marvel, correo de los lectores, artículos, y respeto a la edición original, con los autores acreditados en cada número, incluidos los rotulistas y traductores de la propia Forum. Zinco fue más tímido pero se soltó y llegaba a superar a Forum no pocas veces, especialmente en 1986, con Crisis en tierras infinitas, el Superman de Byrne, Dark Knight returns, Batman año uno, y sobre todo Watchmen, y todo ello acompañado de artistas muy reveladores y atractivos.

Como un niño de clase trabajadora no podía comprarse tantas colecciones como salían de uno y otro, me limitaba a Vengadores y Spider-Man, algúna que otra vez Patrulla X, el presupuesto no daba para más alegrías. Por suerte en 1984 se inauguró la hemeroteca de Avilés, de la que me hice habitual en su parte juvenil, con casi todas las series principales de Zinco y de Forum, más novelas gráficas y tomos especiales. Mi santuario de lectura durante unos cuantos años. Hoy día, es un edificio vacío y sin uso, en pleno parque de Ferrera, una auténtica pena.

Supongo que hay gente a la que esto le parezca irrelevante, pero en realidad ésta generación Forum Zinco a la que pertenezco, es la primera que ha visto el arte del cómic como algo más que una chuchería de papel para la primera infancia, fuimos los primeros en verlo como un medio digno, en el que a veces participábamos a través de las cartas que enviamos a la redacción. A través de los años aprendimos mucho acerca del cómic, y aunque le dedicamos tiempo, nuestra vida no giraba exclusivamente en torno a ellos trabajamos, hicimos la mili, tuvimos parejas, nos formamos, y sin dejar de cultivar nuestra afición, junto con otras muchas, sin descuidar nuestros quehaceres, pero sin ociltarnos, que fuimos la primera generación que no ocultaba avergonzada que leía comics. Fuimos la causa, cuando no quien lo hacía directamente, de la apertura de muchas librerías especializadas en cómic en España, que jamás habían existido aquí. Un nuevo mercado y creación de empleo y riqueza como para ponernos colorados y tratar de esconderlo, anda ya!

Con seis o siete, con diez, con veinte, con treinta, con cuarenta he mantenido mi afición y he sabido más acerca de ella. Que porqué a mí edad sigo leyendo cómics? Porque es una narrativa fascinante, tanto como la literatura, porque es una forma de arte centenario y muy rico en expresión, y porque es una industria más que lucrativa y respetable. Y no soy yo sólo, en España somos bastante más de un millón de personas, hombres y mujeres que hemos alimentado nuestra infancia y primera juventud con viñetas a cuatro colores, además de la nocilla, y nada de lo que nadie diga va a cambiar eso. Por activa y por pasiva somos ya parte de la historia de la cultura popular de éste machacado país.


Comentarios