El Quijote (versión clásica)







El argumento, ya lo conocemos todos, no sólo por los libros, también por series y películas. Es la historia de un hidalgo de la Mancha de unos 50 años que tras leer muchos libros de caballería, un género popular en siglo XVI, decide disfrazarse de caballero andante y embarcarse en una serie de aventuras con su viejo caballo Rocinante. Tiene como fin "irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras y a ejercitarse en todo aquello que él había leído que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio y poniéndose en ocasiones y peligro donde, acabándolos, cobrase eterno nombre y fama".


En el  particular entorno que envuelve al Quijote, nada es lo que parece, al menos para él, los molinos son gigantes, las ventas son castillos, las plebeyas son princesas, y los títeres son moros. Durante estas andanzas los caminos de don Quijote y Sancho Panza se cruzan con otros personajes que cuentan sus historias. Pero no todas las aventuras son divertidas ni graciosas --en algunas, especialmente en la segunda parte-- don Quijote y Sancho Panza se convierten en los blancos de burlas y engaños.


Aquí en España, el Quijote se considera el Gran Libro Sagrado de la Lengua Castellana, un sacrosanto valor al que solo se le puede mencionar para alabarlo, cómo hacen todos para no ser excomulgados, o que no vengan a lincharle un conjunto de exaltados envueltos en la bandera de España, porque es eso, si dices que no te gusta o que el Quijote te parece una obra sobrevalorada te tratan de antiespañol, de inculto (Aunque leas 20 veces más que muchos de ellos), o de que no has entendido el mensaje soterrado, (Una de esas mierdas pretenciosas que te dicen los que van de élite hiperculta). Valor histórico tendrá, literario también, pero no tanto como para decir que es la mejor novela jamás escrita, eso es demasiado atrevido, teniendo en cuenta la inabarcable cantidad de obras escritas  españolas y extranjeras desde que se publicó por vez primera. A veces parece que no haya otros libros que leer, obras de calidad también.


El Quijote es una parodia de las novelas de caballería, y como parodia es humorística, y como gran obra humorística que es, contiene una importante carga de crítica social, sin más, no hace falta hacerse más cábalas de las estrictamente necesarias, buscando terceras y cuartas intenciones en el autor que seguro que jamás deseó incluir. Esto es lo que ha logrado que a la mayoría de la población española se le haya atragantado El Quijote y no hayan podido disfrutar del libro, bueno, eso y la gran cantidad de páginas que adornan el libro, muchas de ellas forraje que no aporta demasiado al argumento central y le da un ritmo desigual, a ratos haciendo que se desinfle el conjunto de la historia. El idioma también es un problema, el castellano antiguo sumado a la tipografía de algunas ediciones estropea una experiencia satisfactoria de lectura, de modo que la versión traducida al castellano actual de Andrés Trapiello es un buen libro al que hincar el diente, que promete una lectura más fluída.




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