Periodismo Gonzo





El periodismo gonzo, del que ya nadie parece acordarse y al que mucho le debe el periodismo actual, es un estilo de reportaje, variante del nuevo periodismo, que plantea un abordaje directo de la noticia, llegando hasta el punto de influir en ella, y convirtiendo al periodista en parte importante de la historia, como un actor más; también suele imprimir más importancia al contexto que al texto, es decir, da gran importancia al ambiente en que ocurre tal hecho, por encima del hecho mismo. El término se usó especialmente para describir el distintivo estilo narrativo del periodista y también escritor estadounidense Hunter S. Thompson, el creador del perdiodismo gonzo.


El principal pilar de aquello que podríamos llamar periodismo gonzo es la subjetividad, entendiéndose esta al extremo de que el sujeto observador del hecho llega a convertirse en actor, se involucra con lo que intenta describir, y por ello también su narración se ve fuertemente encadenada a su propia visión de los hechos. Como ser inmerso en la realidad que observa, suele mostrar también el entorno social y humano que rodea a los acontecimientos, como si fuese uno más dentro del grupo, con propios juicios de valor, interpretaciones personales y elementos más bien de un narrador literario, en la primera persona singular, que en la impersonal voz de un periodista tradicional. Por ello, es también común que elementos de ficción se entrelacen fácilmente con el reportaje objetivo, para darle así importancia a las sensaciones que produce un acontecimiento, en vez de los hechos mismos que lo conforman.

Otro elemento con que se identifica al periodismo gonzo, al menos en su primera época,  es la descripción al detalle y un tanto orgullosa del consumo de drogas y alcohol, como otro factor que distorsiona la visión objetiva y que otorga la motivación al periodista. De hecho, una de las claves para entender la narrativa de Hunter S. Thompson es el uso a destajo de cuanta droga fuese posible encontrar. Como menciona Thompson en una entrevista: "Odio tener que abogar por las drogas, el alcohol, la violencia o la locura, pero es que siempre han funcionado para mi". Aunque para muchos el consumo de sustancias es la pieza clave del periodismo gonzo, autores como Lester Bangs criticaron en su momento esta práctica, por considerarla después de cierto tiempo agotada y hasta cliché.

El periodismo gonzo ha sido históricamente vinculado a la contracultura, y en especial a los movimientos anárquicos y revolucionarios, sobre todo porque en sus orígenes estuvo siempre en la trinchera del hippismo, el movimiento contestatario de fines de los '60. Los textos de Thompson y de los autores gonzo en general, mostraban un fuerte desprecio por el statu quo, las autoridades y el poder, siendo un blanco típico el presidente de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam, Richard Nixon. Thompson en particular mostraba un desprecio feroz por Nixon, llamándolo directamente "ladrón" y describiéndolo como "un monumento a todos los genes podridos y cromosomas rotos que hicieron posible la corrupción del sueño americano".



Decálogo del periodismo gonz, por Hunter S. Thompson

1. Nada es off the record. La actitud es: martillo y tenazas, y que Dios se apiade del que se ponga en tu camino.

2. Algunas cosas tienen que ser off the record. Si eres un chismoso indiscreto nadie te va a contar nada.

3. La única hora para llamar a un político es bien entrada la noche, muy tarde. Si quieres respuestas, pregúntales cuando estén muy cansados, borrachos o sin fuerzas.

4. Mientras no les debas nada, serás peligroso. Recuerda que una vez que seas parte del club, ya te tienen.

5. Llevar una insignia de la policía en la cartera ayuda mucho.

6. Nunca dudes en utilizar la fuerza. La fuerza resuelve problemas e influye en la gente.
7. Ser periodista es un buen trabajo, te permite beber con periodistas y no hay que levantarse por la mañana.

8. Nunca des marcha atrás y reescribas mientras estás trabajando. Sigue como si fuera definitivo.

9. Si no hay ninguna historia y quieres ir en la puta portada ¡será mejor que te las apañes para conseguir esa historia! Ya sabes: “no hubo disturbios hasta que provocamos uno”.

10. Hay que sentirse un poco agobiado para empezar a escribir. Se escribe mejor con la presión de un plazo de entrega demencial. La única verdad es que no hay artículo a menos que lo escribas.


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